domingo, 30 de junio de 2013

REFLEXIÓN BLOQUE: 3

REFLEXIÓN BLOQUE: 3

“LA HORA DEL CUENTO”

En este bloque hemos visto las tres formas principales que tenemos para transmitir la literatura a los niños de Educación Infantil y conseguir que disfruten con ella. Para ello contamos con tres tipos de textos: los libros de autor, los textos folclóricos y los textos creados por nosotros, que veremos en el siguiente bloque. Durante las clases de este bloque tuvimos la oportunidad de ver un ejemplo de cada una de las tres estrategias por parte de la profesora, sobre todo, de cara a la realización de la actividad, que consistió en un taller cooperativo de comunicación literaria con los compañeros de clase.
Las tres estrategias con las que contamos son las siguientes:

LECTURA:

Para llevar a cabo esta estrategia contamos con los libros de autor, vistos en el primer bloque de la asignatura, a los cuales se les presupone una calidad artística, tanto plástica, por las ilustraciones, como literaria, por cómo está escrito, haciendo un uso adecuado y estético del lenguaje. Nuestra tarea como maestros será la de seleccionar buenos libros, que, además de ofrecer una experiencia artística a los niños, se ajusten a su edad y a su momento evolutivo. Estos libros los calificamos como libros ‘para leer y enseñar’.
La lectura consiste en reproducir el texto literalmente de forma oral. Se debe hacer mientras se enseña el libro para que los niños vean las ilustraciones. Para esto lo ideal es que los niños estén sentados en el suelo y el libro esté en alto para que todos lo puedan ver. Si es un libro pequeño o con ilustraciones no muy grandes, podemos escanear las páginas, ampliarlas y después proyectarlas. Pero, siempre que se pueda será mejor hacer la lectura con el propio libro. Además, los niños deben saber que más tarde podrán verlos ellos mismos.
Algo muy importante que debemos tener en cuenta es que nosotros seremos su modelo de lectura. Por eso debemos hacerlo despacio, vocalizando, sin exagerar las entonaciones y, sobre todo, sin cambiar las voces. Es muy importante prepararse la lectura y ensayar antes de hacerlo en el aula con los niños.
El ejemplo que vimos en clase fue la lectura del cuento “Un príncipe algo rarito”, para ello Irune trajo el libro con la portada forrada y empezó creándonos la intriga acerca lo que nos iba a leer. De esta manera creó un pequeño debate, enlazando preguntas, y después comenzó con la lectura. Vimos que hay que tener en cuenta, entre otras cosas, levantar la vista y mirar tras cada frase, tener cuidado con la entonación que irá en función del estilo del cuento, y  hacer pausas en los momentos de intriga para enganchar a los oyentes.
Ésta me resulta la estrategia más familiar, ya que es casi la única que practico con mis hijos. Por lo general son ellos los que escogen el libro que quieren que les lea y después nos sentamos en el sofá para que ellos vayan viendo las páginas según voy leyendo. Lo cierto es que disfrutan mucho con las ilustraciones. Nunca nos ha gustado mucho lo de cambiar las voces, pero hay un libro con el que de vez en cuando me  lo piden; es con el de “El Grúfalo”. Hay que tener mucho cuidado de repetir la voz característica de cada personaje a lo largo de toda la historia y al final resulta agotador, pero les divierte mucho; claro que esta situación no tiene nada que ver con la del aula. 
  
NARRACIÓN CON LIBRO:

En esta ocasión contamos de nuevo con los libros de autor pero, especialmente aquellos que, si bien la historia y las ilustraciones son buenas, su texto no lo es demasiado o no es adecuado para la edad de nuestros niños.
Esta estrategia consiste en enseñar el libro y contarlo con nuestras palabras, en vez de leerlo, haciendo mucha referencia a las ilustraciones. Si es para bebés debemos exagerar, esta vez sí, las voces y las entonaciones. Esto se irá normalizando según aumente la edad de los niños. Con la narración sí podemos cambiar las voces de los distintos personajes pero, debemos tener mucho cuidado con hacer voces muy marcadas y que sean las mismas para cada personaje a lo largo de toda la historia.
En clase vimos esta técnica con el cuento “999 hermanas rana se mudan de charca”. Después de crear un debate previo a la narración, Irune comenzó señalando los dibujos para presentarnos a los personajes. A lo largo de la historia interactuó con nosotros haciéndonos preguntas y comentarios relacionados con ella.
Esta estrategia es especialmente adecuada para el primer ciclo de Educación Infantil.

CUENTACUENTOS:

Para contar un cuento utilizaremos los textos folclóricos convenientemente adaptados. Éstos nos ofrecen elementos muy importantes, como son su simbología, la fantasía, el absurdo o el juego lingüístico, todos ellos de gran interés para los niños. Son textos ‘para contar’ y, como dice Ana Pelegrín refiriéndose a los textos en verso, ‘para cantar’. 
Lo  importante de esta estrategia es que, al no utilizar ilustraciones, hacemos que los niños imaginen, y esto es algo que debemos trabajar para evitar que los niños pierdan su capacidad de imaginar y para favorecer el desarrollo del razonamiento icónico.
Lo primero que debemos hacer es una buena adaptación del cuento folclórico teniendo en cuenta lo que vimos en el bloque anterior. Es conveniente escribirla y ensayarla para fijarnos, sobre todo, en el tiempo (ej: para niños de 3 años no debe durar más de 15 minutos). Conviene usar fórmulas nuevas para comenzar y para terminar la historia y, de esta manera, sorprenderles cada vez. Podemos encontrar varias páginas webs que nos ofrecen gran cantidad de fórmulas. Durante el cuento debemos estar pendientes de la actitud de los niños para agilizarlo, si vemos que se aburren, o alargarlo, si les está gustando mucho.
El ejemplo que vimos en clase fue el del cuento “La princesa y los siete bandoleros”, una versión de “Blancanieves y los siete enanitos” a la española. Una vez más hubo un debate previo mediante el cual nos pusimos en contacto con los personajes y el tema de la historia, y otro posterior.
Cuando estemos en el aula y llegue la hora del cuento debemos prestar mucha atención a cómo anunciamos la actividad evitando confundirles, es decir, si hemos decidido leer, debemos decir: “os voy a leer un cuento” y no “os voy a contar u cuento”. Este es un error muy típico y muy fácil de cometer, por lo que tendremos que estar bien atentos. De hecho, es algo en lo que no me había fijado hasta ahora cuando les leo algo a mis hijos.
También tenemos que ver de qué manera podemos crearles la intriga y prepararles para el cuento, por ejemplo, con un ‘cofre de los cuentos’ o creando adornos, caretas u otros objetos relacionados con la historia. Si elegimos las estrategias de contar o narrar podemos disfrazarnos. Por último, intentaremos cuidar el ambiente para que esté a tono con el estilo del cuento.

  

1 comentario:

  1. Bien.

    Pedí que buscarais en fuentes fiables e incluyerais los objetivos de la hora del cuento en general y de cada estrategia en particular.

    En tu reflexión falta precisamente la parte más personal de relación con experiencias previas y de aplicación a tu futuro profesional.

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