CREACIÓN
LITERARIA CON Y PARA NIÑOS DE INFANTIL
A lo largo de este bloque hemos visto las
distintas estrategias que podemos utilizar para hacer creaciones en verso y
prosa para y con niños. Pero, en un primer momento nos centramos en definir por
qué hacerlo y qué aspectos debemos tener en cuenta.
Crear libros en el aula cumple una doble
función, por un lado, pone a los niños en contacto con la literatura de forma
emocional, y por otro, les hacemos ver que ellos también pueden ser creadores
de literatura, les damos la idea de que no hace falta ser un escritor para
poder crear historias. Debemos intentar convertirles en receptores y también en
creadores y para conseguirlo deben ver que nosotros sabemos hacerlo.
A la hora de crear para los niños debemos
hacerlo pensando en ellos y, para eso, tendremos en cuenta los distintos
aspectos que vimos en el primer bloque de la asignatura para analizar un libro.
Es decir, el tema debe ser atractivo y adecuado para su edad; qué mejor que
fijarnos en ellos, sus conversaciones, sus juegos, sus preocupaciones… ellos
son los protagonistas. La estructura debe ser lineal, con nudo acumulativo, o
bien circular; los personajes, el lenguaje, los valores… debemos tener en
cuenta todo lo visto anteriormente.
Lo mismo ocurre en cuanto al formato pero,
además, deberemos tener cuidado con los materiales empleados, evitando lo que
pueda resultar tóxico o peligroso. De esta manera evitaremos partes pequeñas
que puedan despegar y llevarse a la boca, para lo que es aconsejable
plastificar las hojas. También hay que tener cuidado con el tipo de
encuadernación que utilizamos, ya que las espirales y las anillas, exceptuando
las de tipo llavero, pueden dar lugar a pequeñas pero aparatosas lesiones.
La idea principal es que consigamos hacer
creaciones seguras y llamativas, pero sobre todo, que resulten fáciles de hacer
y económicas para tener la posibilidad de hacer varias a lo largo del curso,
incluso una para cada alumno.
En clase vimos algunos ejemplos de libros
realizados por otros estudiantes o por maestros en sus aulas que nos dieron
muchas ideas para poder realizar la actividad de este bloque. Vimos libros
realizados con materiales muy interesantes como las bayetas de colores, las
cartulinas plastificadas o los cuadernos archivadores. En estos últimos debemos
cerrar las hojas con celo para que los niños no saquen lo de dentro y meter una
cartulina en cada una para que sean más rígidas y resistentes. Otro formato
interesante que vimos fue el de los cuentos troquelados, con forma de flor, o
pato, o tigre, según el tema de cada uno, de esta manera no necesitan tantas
ilustraciones. Esto los vimos con los libros bayeta, que es un material muy
parecido al fieltro, pero que resulta mucho más fácil para trabajar y más
resistente.
La portada es algo que no debemos descuidar,
bien con dibujos de los propios niños o pegatinas o bien con fotografías,
debemos procurar que sea lo suficientemente llamativa. Un tema que roza la
paraliteratura, pero que suele gustarles mucho a los niños son las biografías, ya que en ellas son los verdaderos protagonistas,
que podemos hacer con una selección de fotos que nos den los padres.
En cuanto
a la letra, lo mejor es que esté o bien
escrito en Word con letra adecuada, arial 14 o times new roman 14, o a mano con
letra escolar, la que usen los niños y mejor con plantilla.
En todos ellos vimos ejemplos de las
distintas estrategias de creación que veremos más adelante. Una de ellas que merece
especial atención es la del libro viajero. Ésta es una de las estrategias de
creación de prosa que más se utiliza en infantil. Consiste en crear un libro
entre todos los niños de la clase con la participación de sus padres. Para ello
cada vez se lo lleva un niño a su casa, donde sus padres deben ayudarle
respetando lo que él quiera hacer en el cuento. El problema surge cuando la
actividad se convierte más en una competición entre los padres que en una
creación de los niños. En algunos casos, y según la realidad de cada aula, el
cuento se termina creando en clase.
Todos estos ejemplos, además de darnos ideas,
nos ayudaron a quitarnos el miedo y a comprobar que no es una tarea tan
inalcanzable. Después pasamos a conocer y a practicar las principales estrategias
de creación de textos, así como algunos juegos literarios que se pueden
practicar con los niños. Para esto tuvimos como referencia los documentos de
luvit correspondientes al tema.
CREACIÓN DE POESÍA.
Antes que nada, debemos desechar la idea
errónea de que la poesía tiene que rimar. Ya desde la Generación del 27 y todos
los “ismos” se dejó de hacer poesía con rima. Los poetas dejaron de usar la
rima obligatoriamente para construir sus poesías.
Lo que sí debemos tener en cuenta es la forma
de estructurar el texto: el verso, es decir, las unidades de la poesía. Los
versos se pueden agrupar de multitud de maneras dando lugar a las distintas
estrofas. También nos podemos encontrar con el versículo, que consiste en una
poesía sin rima y sin ritmo.
En la actualidad se considera a la poesía
como la expresión del sentimiento a través de la palabra y se distingue de los
demás géneros literarios por su uso exagerado de la función estética y por la
forma de colocar el texto. Además de la poesía lírica, cuya temática son los
sentimientos, también existe la poesía épica o narrativa que es aquella que
cuenta una historia.
Como futuros maestros hay algo muy importante
que debemos tener en cuenta a la hora de crear poesía con y para nuestros
alumnos, y es que, por un lado, tenemos la literatura, para hacer un uso
artístico del lenguaje y, por otro, tenemos el desarrollo lingüístico del niño.
Éste último es mucho más importante cuando se trata de un niño de educación
infantil, ya que está organizando morfosintácticamente su pensamiento, es
decir, cómo su pensamiento y su lenguaje van ligados. El niño está construyendo
su lenguaje con su lengua, por ello debemos ser muy conscientes de los modelos
que le damos.
Es aquí donde tenemos que tener especial
cuidado con la rima y no olvidar que se trata de una figura literaria más para
provocar una reacción en los lectores, es decir, un instrumento y no un fin y
siempre sin olvidar que la poesía no tiene por qué rimar. No podemos dar a los
niños modelos equivocados de estructuración lingüística porque les provocamos una duda
acerca de cómo estructurar las frases. No podemos hacer una mala estructura
lingüística sólo para que rime porque les estaremos dando un mal modelo literario
y morfosintáctico y no debemos olvidar que su aprendizaje es intuitivo y por
imitación.
Debemos evitar las rimas con participios y
con terminaciones en ‘-on’, ya que sirve de aumentativo para cualquier palabra.
La estructura más fácil para trabajar en
educación infantil y para iniciar a los niños en la creación poética es la
estrofa llamada LETANÍA, que consiste en una serie indefinida de versos que no
riman, de verso libre, con dos características principales:
- - Todos los versos acaban en un punto, cada uno es una frase cerrada y
no hay encabalgamientos.
- - Todos los versos se refieren al mismo objeto, personaje, sentimiento…
Todos los niños participan en la creación,
cada uno con una frase y se termina con un verso de cierre. Normalmente tienden
a usar una figura literaria que es la ‘repetición’ que muchas veces se termina
convirtiendo en ‘paralelismo’, por ejemplo, empezar siempre con las mismas
palabras.
Utilizando la repetición y la estrategia de
la comparación hicimos un poema con nuestro compañero Sergio de
protagonista: ‘Sergio es alto como una farola’. Esta estrategia consiste en
comparar a alguien con cosas conocidas para describirle. A los niños más
pequeños les damos el adjetivo, ya que sin él sería una abstracción difícil
para ellos, pero los mayores pueden hacerlo sin él: ‘Sergio es como una
farola’. Después de varios versos
añadimos uno de cierre: ‘Sergio es chachi piruli’.
Se puede hacer uno para cada niño de la
clase, poniendo un verso en cada página con su correspondiente ilustración o con
pegatinas, lo mejor es poner dibujos realizados por los niños. Podemos usar
cartulinas de colores o del color favorito del niño.
La metáfora, o greguería, es una
identificación; una comparación quitando el ‘como’. Con nuestra comparación de
Sergio quedaría un poco raro, así que hicimos una nueva con el amor. Aquí debemos intentar que los versos
sean más largos y estéticos, ‘El amor es tener mariposas en el estómago’.
La adivinanza es una estrategia que
gusta mucho a los niños. Es la más usada para los libros bayeta que vimos en
clase. Consiste en convertir el poema creado en adivinanza, por ejemplo, con el
de Sergio:
¿Quién es?
Es alto como una farola.
Es fuerte como un dragón…
En la estrategia de preguntas y respuestas
se pone el título al final. Los versos impares son preguntas y los pares
respuestas. Les pedimos a los niños una pregunta que sea larga y las vamos
enlazando con las repuestas. Al final el verso de cierre debe conectar con el
primero.
¿Por qué el mar es azul?
Porque hay muchos peces azules.
¿Por qué hay muchos peces azules?
Porque es el color de la felicidad.
¿Por qué es el color de la felicidad?
Porque te hace sonreír.
¿Por qué te hace sonreír?
Porque me recuerda al mar.
A este poema hecho en clase le pusimos el
título ‘El mar de la felicidad’.
Para los poemas encadenados usaremos
una frase para cada verso, de tal manera que cada uno comience con la última
palabra del anterior. En clase nos salió el siguiente poema:
Mi casa es guay.
Guay como la luna.
La luna que ilumina la noche.
La noche es toda magia.
La magia de tu mirada me hace despertar.
Cada despertar es diferente a tu lado.
Tu lado misterioso que esconde secretos.
Secretos profundos de mi corazón.
Mi corazón es tu casa.
Este tipo de poemas les gusta mucho a los
niños, es muy fácil de hacer entre todos. Al terminar les leemos el poema
completo y si hay algo que no les gusta se puede cambiar.
Por últimos vimos la estrategia de los acrósticos,
son textos que si leemos en vertical las letras iniciales obtenemos una
palabra, en este caso consiste en hacerlo con el nombre de alguien. En clase
hicimos uno cada uno con el nombre de nuestro compañero de al lado. Tenemos que
buscar palabras bonitas para describir a esa persona que empiecen con cada una
de las letras del nombre. Éste fue el ejemplo que hizo la profesora:
Inigualable
Rutilante
Única
Natural
Extraordinaria
Un juego que se puede hacer con los niños en
el aula es el de “La caja de las palabras bonitas”, que consiste en tener una
especie de fichero en el que se van guardando palabras bonitas para todas las
letras para poder usarlas después.
Yo nunca había hecho nada parecido con mis
hijos en casa y la verdad es que ellos tampoco hacen actividades de este tipo
en su escuela. Únicamente el mayor de ellos, que es el más creativo de los tres
y además se le da muy bien dibujar, tuvo una época en la que estuvo haciendo
una especie de tebeos, inspirado, creo yo, por los libros de “Las aventuras del
Capitán Calzoncillos”.
El caso es que poco después de tener esta
clase sobre estrategias de creación de poesía fue el cumpleaños de mi hermano y
entre los tres, utilizando la estrategia de la comparación, crearon una poesía
que era una adivinanza sobre su tío. La última página, como respuesta al verso
‘¿Quién es?’, era un acróstico con su nombre. Lo escribieron y lo ilustraron
ellos en páginas de colores pero esta vez no tuvimos que preocuparnos tanto por
la seguridad y la resistencia. La verdad es que les quedó genial y las abuelas
estaban impresionadas pero, lo más importante de todo, fue que ellos se lo
pasaron en grande durante todo el proceso, disfrutaron mucho y colaboraron
entre todos y, el día del cumpleaños, estaban deseando darle el regalo a su
tío.
Como futura maestra creo que este tipo de actividades, que favorezcan el
desarrollo de la creatividad, del uso del lenguaje, de la iniciación a la
lectura y de acercamiento a la literatura deberían estar siempre presentes en
un aula. Además he podido comprobar lo estimulante y gratificante que resulta
para los niños, (aunque no haya sido en un contexto escolar).
CREACIÓN
DE PROSA.
En educación primaria puede que resulte más
fácil crear prosa que poesía, pero en infantil no ocurre lo mismo. En este
caso, las creaciones sólo pueden ser de dos tipos: el libro viajero o las
creaciones conjuntas.
Las creaciones conjuntas en educación
infantil resultan muy complicadas. El maestro debe guiar y organizar el
proceso, además de registrarlo todo. En primer lugar, debe sentar las bases y
después que cada uno diga un trozo y vaya pasando el turno. Se darán todo tipo
de casos, uno no quiere decir nada, otro lo quiere decir todo, otro lo quiere
terminar, otro dice algo que no tiene nada que ver…
Hay que intentar consensuar cada paso que se
vaya a ir dando en el cuento, por ejemplo, el tema, los personajes, las bases
del relato… la maestra debe ir poniendo pautas y decidiendo. Una opción es
dejar que den varias ideas y después que voten entre todos cuál les gusta más. Es
importante que los niños tengan siempre a la vista el tema del cuento, bien
escrito o con pictogramas.
La maestra debe grabar todo el proceso, ya
que después tendrá que pasar el texto por escrito y darle cierta coherencia en
la redacción, la estructura, los diálogos, el vocabulario… es muy importante no
estropear con esto los momentos absurdos típicos de la edad de los niños.
Otra cosa que debemos tener muy en cuenta
como futuros maestros es que en un acto creativo nunca debemos dar un refuerzo
negativo y esto, en muchas ocasiones, resulta difícil. Si un niño, por ejemplo,
se despista y empieza a hablar de algo que no tiene nada que ver podemos
decirle ‘eso está muy bien, pero es de otro cuento. Ahora vamos por cuando…’ y
le hacemos una pequeña recopilación de lo hecho antes, que les viene muy bien
cuando el cuento es muy largo.
Uno de los autores más presentes en este
bloque es Rodari, quien en su libro “La gramática de la fantasía”, explica la
importancia de trabajar la creatividad en las escuelas. Ésta es fundamental,
entre otras cosas, porque permite desarrollar el pensamiento divergente, el que
nos permite buscar soluciones, en vez de frustrarnos. En la escuela se pierde
la creatividad de los niños intentando que dejen la fantasía y que pongan los pies en la
tierra. En clase debería haber una hora de creación a la semana, sin ninguna
intención didáctica, sino por desarrollar la imaginación, el vocabulario, el
razonamiento lógico, la fantasía… un montón de cosas.
Estas son algunas de las estrategias de
Rodari que vimos en clase:
- * Dibujo: inspirarte en un dibujo para crear un cuento.
- * Secuencias: con distintas imágenes, del mismo o de distintos cuentos,
los niños deben ordenarlas como
quieran y a raíz de ahí crear la historia. No importa cómo las ordenen, no se
trata de un ejercicio de comprensión icónica.
- * El binomio fantástico: es la estrategia más conocida y usada de
Rodari. Consiste en escoger dos palabras, que sean dos sustantivos, que no
tengan nada que ver y usarlas como base para crear una historia. Además de para
motivar la creatividad en los niños, también se emplea para enfrentarse al
llamado ‘síndrome de la hoja en blanco’.
- * ¿Qué ocurriría si?: crear una historia partiendo de una hipótesis
absurda, por ejemplo, ¿qué ocurriría si al levantarme las flores hablaran? Se
puede contar en primera o en tercera persona. Es bueno poner ejemplos cercanos
a los niños que les permitan dar respuestas fantásticas. En esta estrategia y
en la anterior, la propuesta puede dársela el maestro o decirla ellos, esto
dependerá de la edad de los niños y de su experiencia previa con este tipo de
actividades.
Además, vimos algunas
estrategias de Rodari para textos folclóricos:
-
* Ambientar un texto en otro lugar o época, por ejemplo, ‘Pulgarcita en
Egipto’.
- * La liberación de la mujer: intercambiar los papeles de los
protagonistas masculinos y femeninos. Lo ideal es que también suponga ciertos
cambios en la historia.
- * ¿Qué pasa después del cuento?: preguntar a los niños qué creen que les
pasa a los protagonistas después del cuento. Esta estrategia les suele gustar
mucho.
-
* Poner palabras nuevas en un cuento. Por ejemplo, meter la palabra
‘nintendo ds’, en el cuento de los tres cerditos. ¿cómo quedaría ahora la
historia?
- * El cuento al revés: no se trata de cambiar el sexo de los
protagonistas, si no de cambiar buenos por malos.
En clase llevamos a cabo la estrategia de la
bandera, según la cual cada uno tenía que inventar un país ficticio, del que
fuésemos alguien con poder, y del cual teníamos que explicar sus normas y su
funcionamiento y elegir su bandera.
De momento no he tenido oportunidad de
practicar ninguna de estas estrategias en casa y mis hijos, que yo sepa,
tampoco practican este tipo de actividades en su colegio, de hecho, ni siquiera
han hecho un libro viajero.
CREACIÓN DE TEATRO
La creación de teatro en educación infantil
consiste en crear un texto dramático para que los niños lo representen. Para ello
debemos tener en cuenta una serie de cosas como, por ejemplo, el número de
niños que tenemos en clase, las capacidades que tiene cada uno, adaptar la
duración del texto a la memoria de los niños… Es buena idea hacer escenas en
las que hablen a la vez varios niños, de esta manera no importa si se le olvida
el texto a alguno. Otra opción es que el maestro sea el narrador y que los
niños se encarguen de representar las acciones.
Este tipo de actividades de representación no
tienen por qué realizarse con el único fin de montar una función para las
familias, más bien al contrario, es bueno hacerlas como actividades frecuentes del
aula. De esta manera no tienen que ser grandes representaciones en las que
participe toda la clase, sino que pueden participar por grupos turnándose entre
todos. Suele dar muy buen resultado hacer pequeñas representaciones de los cuentos
más conocidos por los niños, es una buena manera de trabajar la memoria y la autoestima,
entre otras cosas.
A la
hora de crear una obra con los niños, en un principio debemos preguntar a los
niños qué personaje quiere ser cada uno, sin importar que estos se repitan. Al ser
un texto creado por ellos puede salir algo muy absurdo, pero muy interesante a
la vez. Después de apuntar todos los personajes, se trata de inventar un cuento
para luego escribirlo con el formato de una obra de teatro.
Este bloque me ha recordado mucho a un libro
Carmen Díez Navarro que leí para otra asignatura, “Un diario de clase no del
todo pedagógico”. En él, a modo de diario, la autora nos muestra su forma de
trabajar en un aula de infantil, desde su forma de conocer a los niños antes de
iniciar el curso, hasta cómo les va conociendo poco a poco y las distintas
actividades que realizan a lo largo de él. Una de las cosas que primero hace
es, tras las primeras semanas de clase, escribir una pequeña poesía a cada niño
inspirada en su nombre y en lo que ha podido ver de ellos. Después escribe cada
una en un papel y se lo regala a cada uno al terminar la clase. Para ellos ese
regalo es todo un tesoro. También vemos, a lo largo del libro, cómo las
pequeñas representaciones, tanto de sus cuentos favoritos como de historias
creadas por ellos, son parte habitual de sus actividades escolares. Cada vez actúan
unos niños, según les va apeteciendo y vemos como a lo largo del curso todos se
animan y quieren formar parte de ellas.
Con este bloque he podido aprender la importancia
que tiene trabajar la creación literaria con los niños en un aula de infantil,
es una manera de estimular su imaginación, de acercarles a la literatura y a la
lectura, de crear, de trabajar en equipo, de hacerles sentir que pueden hacer
cosas nuevas e interesantes, todo ello sin perder de vista la diversión. Espero
poder llevar a cabo todas estas experiencias algún día en un aula.