domingo, 30 de junio de 2013

ACTIVIDAD BLOQUE: 4

ACTIVIDAD BLOQUE: 4

Para la actividad de este bloque he creado un libro junto a mi hijo Álvaro, de 4 años y medio. Los materiales que hemos utilizado han sido: cartulinas de colores, una cartulina metalizada, folios blancos, lápiz y ceras, rotulador negro no tóxico, rotulador negro permanente, tijeras, pegamento, taladrador y tres anillas de llavero.


Unas semanas antes, junto a sus hermanos, crearon un libro para regalarle a su tío que consistía en una adivinanza que terminaba con un acróstico. Como ya tenía práctica decidimos hacer algo parecido con su hermano mayor de protagonista y sin el acróstico final. De esta manera, utilizando la estructura de la letanía, las estrategias de la comparación y la adivinanza y la figura del paralelismo obtuvimos este resultado:

¿Quién es?
Es guapo como una margarita.
Es alto como una farola.
Es cariñoso como un cachorro.
Es listo como una calculadora.
Es bueno como Mamá.
¿Quién es?
Es mi hermano mayor Pablo.

Al ser un libro creado por y para niños de segundo ciclo de Infantil en esta ocasión no pudieron participar sus hermanos y me sorprendió muchísimo la facilidad con la que le salió la poesía a él solo. Apenas tuve que ayudarle, tan sólo guiarle un poco en alguna ocasión; me resultó sorprendente cómo se notaba la práctica del libro anterior.


Una vez creada la poesía, hizo un dibujo para cada verso. El sexto, “¿Quién es?”, lo escribí yo con letras gorditas para que él las coloreara.



Utilicé el rotulador negro para escribir cada verso en una cartulina, todas ellas de colores diferentes para que resulte más atractivo. Para ello usé una letra tipo Arial 14 que, además de ser con la que él está aprendiendo en su cole, es una de las más adecuadas para que los niños de estas edades empiecen a reconocer las letras.



Debajo de cada verso pegué el dibujo correspondiente.




En el último de los versos fue Álvaro el que escribió el nombre de su hermano.



Para que la portada resultara más atractiva utilicé una cartulina azul metalizada y tuve que usar un rotulador permanente para poder escribir en ella. Esto es algo con lo que debemos tener mucho cuidado cuando trabajemos en un aula, ya que tendremos que evitar el uso de productos tóxicos; en ese caso podríamos usar pegatinas de letras, por ejemplo.


Para terminar, plastifique cada cartulina para dotar al libro de la resistencia adecuada. Los libros que creemos para el aula deben ser resistentes y seguros, para lo que el plastificado es una buena solución. No debemos olvidar recortar las esquinas una vez terminado el proceso.



Por último, hice tres taladros en cada página y lo encuaderné con tres anillas de llavero.




He disfrutado muchísimo con esta actividad y me he dado cuenta de lo sencillo que es hacer este tipo de creaciones con los niños y de lo que ellos disfrutan haciéndolas y utilizándolas después. Realmente es algo que no debería dejar de hacerse en el aula. 

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